Tercera sesión | La vuelta a la ciudad portuaria, un plan de éxito para el futuro
Gestores y expertos analizan una tendencia global que busca recuperar estos espacios como una extensión de la trama urbana
«No vivimos una era de cambio, vivimos un cambio de era». Así de contundente empezó su intervención el consultor internacional de la Agenda 2030 y fundador de Coop&Co, Javier Cortés, que presentó y moderó la tercera sesión de la primera jornada del eForum eMallorca Experiencie, centrada en Los retos del futuro de las ciudades portuarias sostenibles. La vuelta a un concepto en el que el puerto se integre con la ciudad, como ocurría hasta hace unas décadas, es una tendencia global que ahora se recupera con criterios actualizados de sostenibilidad. Los espacios públicos verdes, como se está trabajando en el Paseo Marítimo de Palma, conectan la trama urbana con el puerto, lo cual responde a la era de la digitalización y a los desafíos que marca la Agenda 2030 para adaptar el modelo económico internacional a los cambios que lo están condicionando.
Tercera sesión del eForum íntegra bajo el título: Los retos del futuro de las ciudades portuarias sostenibles.
JAVIER CORTÉS
Consultor Internacional de la agenda 2030 y Fundador de Coop&Co
Cortés defendió que el mundo se enfrenta a unos límites ambientales, sociales y financieros producidos por el propio crecimiento económico surgido tras la Segunda Guerra Mundial. «El sistema financiero está expuesto en el corto plazo por la falta de confianza que provocan estos límites, como la crisis climática y la desinformación; así lo dice el propio Foro de Davos, el Sancta Santorum de la economía», señaló el experto, afirmando que la receta contra estos males requiere de estabilidad. La mayor capacidad adaptativa del ser humano no es la fuerza o la inteligencia, sino sentir empatía, dijo, citando al paleoantropólogo Juan Luis Arsuaga. «Si no ponemos a las personas en el centro, será complicado revertir estos límites», según el consultor, y esto obliga a las empresas a tener una mayor responsabilidad social. La Agenda 2030 es el marco para transitar hacia ese futuro de mayor estabilidad.
JAVIER SANZ
Presidente de la Autoridad Portuaria de Baleares
En este contexto de transición se proyecta la mejora del puerto de Palma, que lo conectará con la ciudad a través de espacios públicos. «En el Paseo Marítimo teníamos una carretera que deterioraba la ciudad, pero ahora cambiamos las prioridades para que se pase del tráfico a los jardines, de la movilidad agresiva a una sostenible y de los coches a los peatones. Es un paso de gigante», defendió. Se trata de una tendencia que se está dando en el resto de ciudades portuarias españolas y que implica descarbonizar y reorganizar el uso de los muelles. Así, el dique del Oeste acogerá la zona industrial náutica, mientras que el resto se usará para mercancías y pasajeros. «No he inventado nada, ya existe, y hay ejemplos de éxito, como los cambios portuarios del Camins a la Mar, en Valencia; el muelle de Las Delicias de Sevilla y la integración del Moll Vell de Barcelona» explicó.
ANA SANCHO
Responsable de Planificación Estratégica Bilbao Metropoli 30
Uno de los casos más paradigmáticos en la recuperación del modelo de ciudades portuarias con una visión de sostenibilidad es la reconversión total de la ría de Bilbao, que ha permitido transformar la capital vasca. «Era una cloaca navegable, como decía un regidor entonces; la ciudad vivía de espaldas a la ría porque no era parte de nuestro querer», recordó la experta. El declive de la industria bilbaína en los años ochenta obligó a pensar una alternativa urbana y económica de la ciudad, que ya es un ejemplo internacional de éxito por el efecto que tuvo la creación del Museo Guggenheim. La ría se ha convertido en un eje de desarrollo metropolitano mediante espacios públicos verdes con grandes parques.
MERCÈ DE MIGUEL I CAPDEVILA
Investigadora de la Universidad Tecnológica de Eindhoven
«Parece un salto al futuro, pero estamos recuperando la simbiosis de la ciudad portuaria por la cual nacieron muchas ciudades», señaló la especialista, que ha estudiado en profundidad diversos cambios acontecidos en varios puertos de Europa, como Amberes, Copenhague, Rotterdam y Bilbao. Esta tendencia se está dando como una consecuencia física de la era digital, que todavía es incipiente. «Una ciudad inteligente no se mide por los aparatos tecnológicos que tiene instalados; es la que compagina la realidad virtual con la física», reivindicó, porque se combinan las actividades urbanas con las portuarias. Además, esto permite recuperar espacios en desuso, como grandes edificios industriales abandonados por la desindustrialización que ahora se transforman en viviendas u oficinas.
ANTONIO GINARD
Director de la Autoridad Portuaria de Baleares
«El proyecto del Paseo Marítimo se fue modificando gracias a la participación ciudadana; se escuchó a todos los actores implicados, como vecinos, comerciantes e instituciones públicas y privadas», reivindicó, porque durante el proceso de redacción de esta gran obra se atendieron el máximo posible de demandas. Tanto Ginard como el presidente de la Autoridad Portuaria, Javier Sanz, insistieron en que el proyecto que se está desarrollando en esta zona del puerto podría haber sido mejor, pero que tal y como se está ejecutando, creen que aportará gran valor a la zona y al conjunto de la ciudad y que beneficiará tanto a residentes, visitantes y comerciantes.
ANTONIO DEUDERO
Regidor de Movilidad del Ajuntament de Palma
El edil del PP recordó que la insularidad es la gran diferenciación respecto al resto de transformaciones portuarias mencionadas. «El 90 % de las mercancías, como bien ha dicho Javier Sanz, viene por barco, y se presta servicio a Palma y toda Mallorca», añadió, dejando caer la necesidad de ampliar el puerto palmesano para asimilarlo al crecimiento metropolitano de la ciudad registrado en los últimos años y que se prevé que siga aumentando. También lamentó la falta de acuerdos con la oposición en cuanto al consenso en materia de sostenibilidad y la «falta de madurez» política sobre qué modelo energético debe tener la Isla. De hecho, dejó caer la posibilidad de usar alguna tecnología que recurra a la energía nuclear. Reivindicó que el 100 % de la flota de la EMT se moverá con gas y electricidad al acabar la legislatura y que en la siguiente esperan que emitan cero emisiones.